La mañana, al fin, nos trajo un nuevo viernes; para el decoro de los cuerpos cansados de cegueras, agotados de olvidos...
Y la mañana nos trajo, también, una Elegía de Rachmaninov (gracias de nuevo, Ismael)...
Y recordé su impresionante Concierto nº 2 para piano...
Aquí lo dejo; su "adagio sostenuto"; con su inmensa hermosura y su inalcanzable altura...
Y la mañana nos trajo, también, una Elegía de Rachmaninov (gracias de nuevo, Ismael)...
Y recordé su impresionante Concierto nº 2 para piano...
Aquí lo dejo; su "adagio sostenuto"; con su inmensa hermosura y su inalcanzable altura...
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