Cuando ya harto de judíos, moros y cristianos;
cuando ya derrotado de papas, popes, alás, y cristos;
cuando ya hastiado de falsas banderas con trapos cargados de sangre humana;
cuando sólo hay una verdad instalada: la mentira, allí, en aquel lugar donde sólo habita la mediocridad intelectual y humana que asola al mundo...
Para entonces, esta hermosa mujer, tan atractiva como deslumbrante y embriagadora voz, mi nuevo mito fadista, mi esperanza de los días y mi presente estético-sentimental, me lleva a lugares donde refugio tanta obscenidad y tanto desamparo...
Y ya mi saudade, con forma de cierta tristeza, es alegría; y esa alegría ya nunca más regresará en tristezas...
Si acaso, algo de melancolía: no haber descubierto antes en el tiempo determinadas estancias donde se adormece el dolor de judíos, moros y cristianos, con sus banderas al viento de la mentira, el espanto y el terror...
cuando ya derrotado de papas, popes, alás, y cristos;
cuando ya hastiado de falsas banderas con trapos cargados de sangre humana;
cuando sólo hay una verdad instalada: la mentira, allí, en aquel lugar donde sólo habita la mediocridad intelectual y humana que asola al mundo...
Para entonces, esta hermosa mujer, tan atractiva como deslumbrante y embriagadora voz, mi nuevo mito fadista, mi esperanza de los días y mi presente estético-sentimental, me lleva a lugares donde refugio tanta obscenidad y tanto desamparo...
Y ya mi saudade, con forma de cierta tristeza, es alegría; y esa alegría ya nunca más regresará en tristezas...
Si acaso, algo de melancolía: no haber descubierto antes en el tiempo determinadas estancias donde se adormece el dolor de judíos, moros y cristianos, con sus banderas al viento de la mentira, el espanto y el terror...
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