Anoche, después de cenar, recibía una llamada desde Madrid: un grupo de colegas se había reunido para cenar en Madrid y rememorar los años aquellos, no sólo cuando éramos más jóvenes, sino, sobre todo, cuando aún estábamos construyendo una esperanza colectiva que poco a poco nos la van quitando sin haber llegado a construirla del todo...
Desde que hago uso de mi razón, de la conciencia de mi persona y de mis cosas (con sus tremendas e impresentables limitaciones), siempre disfruté creando cosas nuevas, tanto en mi entorno personal, como, ya más tarde, profesional... Y si ayudé a crear alguna empresa importante, una vez en marcha siempre quise ampliar sus campos, sus negocios, sus capacidades...
Y así, un grupo de seres humanos de por entonces creamos una federación comercial de empresas afines que operaban en los distintos territorios de España. Y vimos cómo, una vez más, cuando hay ilusión, ganas y empeño, al final, y aún con la complejidad que ofrecen las cosas del mundo y sus intereses, al final digo, vio la luz...
Los equipos humanos de entonces fueron cambiando, pero siempre nos quedó una ligazón para con todos, los antiguos y los nuevos; en forma de una entrega y unos afectos, ¡ay!, ¡los afectos!!!...
Nunca podré olvidar aquellos años... Quizás los más intensos de nuestras vidas: todos los meses nos veíamos en Madrid, al menos una vez; y muchas vacaciones de sobresaltos con la dichosa Liga de Fútbol...
No, no fue gratuito tanto esfuerzo y no fue una equivocación tanto empeño...
Hace unos días, Paco nos convocaba; ya le anuncié que no podía estar: los indios que dejamos de ser jefes ya no disponemos de nosotros como quisiéramos. Pero los allí presentes, me llamaron uno a uno. Y les agradecía el detalle: nunca es demasiado tarde para regresar a la memoria; allí, donde estará siempre lo mejor de nosotros...
Gracias, amigos, compañeros; algunos ya nos están en el mundo, pero sí, fue muy hermoso mientras duró... Y es muy reconfortante volver a recordarlo de vez en cuando...
Gracias a todos por la llamada que os agradecí y os agradezco de nuevo.
Besos y abrazos
P.D. El año que viene iré; os lo prometo...
Y me mandaron esta foto de recuerdo...
Desde que hago uso de mi razón, de la conciencia de mi persona y de mis cosas (con sus tremendas e impresentables limitaciones), siempre disfruté creando cosas nuevas, tanto en mi entorno personal, como, ya más tarde, profesional... Y si ayudé a crear alguna empresa importante, una vez en marcha siempre quise ampliar sus campos, sus negocios, sus capacidades...
Y así, un grupo de seres humanos de por entonces creamos una federación comercial de empresas afines que operaban en los distintos territorios de España. Y vimos cómo, una vez más, cuando hay ilusión, ganas y empeño, al final, y aún con la complejidad que ofrecen las cosas del mundo y sus intereses, al final digo, vio la luz...
Los equipos humanos de entonces fueron cambiando, pero siempre nos quedó una ligazón para con todos, los antiguos y los nuevos; en forma de una entrega y unos afectos, ¡ay!, ¡los afectos!!!...
Nunca podré olvidar aquellos años... Quizás los más intensos de nuestras vidas: todos los meses nos veíamos en Madrid, al menos una vez; y muchas vacaciones de sobresaltos con la dichosa Liga de Fútbol...
No, no fue gratuito tanto esfuerzo y no fue una equivocación tanto empeño...
Hace unos días, Paco nos convocaba; ya le anuncié que no podía estar: los indios que dejamos de ser jefes ya no disponemos de nosotros como quisiéramos. Pero los allí presentes, me llamaron uno a uno. Y les agradecía el detalle: nunca es demasiado tarde para regresar a la memoria; allí, donde estará siempre lo mejor de nosotros...
Gracias, amigos, compañeros; algunos ya nos están en el mundo, pero sí, fue muy hermoso mientras duró... Y es muy reconfortante volver a recordarlo de vez en cuando...
Gracias a todos por la llamada que os agradecí y os agradezco de nuevo.
Besos y abrazos
P.D. El año que viene iré; os lo prometo...
Y me mandaron esta foto de recuerdo...
Maravillosos años de trabajo conjunto, con un gran grupo de profesionales de todos los puntos de España, dispares en cuanto a su origen pero con un fin común: conseguir lo mejor para el proyecto FORTA.
ResponderEliminarAbrazos,
Javier Baena