lunes, 5 de noviembre de 2012

SUSPENSO

Un test fundamental para conocer el nivel de calidad democrática de una sociedad consiste en analizar la calidad de sus servicios... Y no me refiero sólo a los servicios básicos -y fundamentales- públicos (sanidad, educación, prestaciones sociales, como pensiones o ayudas por desempleo, servicios sociales, etc) sino también a los servicios privados que, igualmente, son básicos y que en su día muchos de ellos fueron públicos, como aceptación social de servicios básicos (telefonía, servicios energéticos, bancarios, etc).

Y si somos serios en el análisis de estos servicios públicos y privados en España, la nota será suspenso y, como consecuencia, concluiremos que la calidad democrática de nuestra sociedad deja mucho que desear... Porque, si por un lado, los servicios públicos básicos los están desmantelando con el argumento del déficit y la deuda, por otro lado, los servicos privados, como la telefonía, los suministros eléctricos o los servicos bancarios, dejan no sólo mucho que desear, sino que rondan lo delictivo y por parte de los poderes públicos se les permite regímenes de duopolios, o pactos de precios, o de ofertas y/o de territorios... Y para nota la indefención de la ciudadanía frente a los abusos de poder de las compañías que prestan esos servicios básicos privados.

En conclusión, este país nuestro, esta sociedad española nuestra, deja mucho que desear en cuanto a su calidad democrática.

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