domingo, 11 de noviembre de 2012

EL FULGOR DE UN RELÁMPAGO

La mañana nos trajo algo de luz y un hermoso poema a través de nuestro querido Miguel Veyrat. Lo leí en la tableta, en la cama, ese antojo que sólo algunos domingos se nos permite aún en horas tardías...
Y leí este hermoso poema de Eloy Sánchez Rosillo:

EL FULGOR DEL RELÁMPAGO

Hay cosas que la vida te da cuando ya apenas
podías esperarlas, y su luz
maravillosa, elemental, purísima,
te hace feliz de pronto. Y desgraciado,
pues comprendes que no te corresponde
ese milagro ahora y que no debes
a ciegas entregarte a lo que era
propio tal vez de otro momento tuyo,
de un momento anterior, cuando tenías
fuerzas para ser libre.
Mas déjate llevar, y vive esa hermosura
con coraje, sin miedo. A qué pensar
en lo que te conviene. Es muy fugaz la dicha.
No la desprecies. Tómala. Y apura
el fulgor del relámpago.

También nos trajo la mañana algo de más solidaridad: muchos son ya los que no están dispuestos a aguantar más; aunque muchos son -por desgracia y aún- los que no terminan de rechazar las mentiras oficiales y oficiosas... Pero no pierdo la esperanza...
Como no perderé nunca mi prediscposición al fulgor de un relámpago... A pesar de tantos y tantos temores...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios