martes, 11 de septiembre de 2012

TODO PODER ES, POR NATURALEZA, CONSERVADOR

Todo poder, por pequeño que sea, es, por naturaleza, conservador; y todo poder, por pequeño que sea, dedica la mayor parte de su gestión de poder a conservar el poder alcanzado. 
En esa tarea de conservación del poder es donde el poder, todo poder, acaba siendo víctima de sus miserias y acaba ejerciendo un poder que no le fue otorgado y al que traiciona moralmente. Es lo que podemos definir como la corrupción del poder, de todo poder, por pequeño que este sea...
Para ello, al ejercer su poder, aquel poder que le permita conservarlo a futuro, el poderoso se rodeará siempre de leales que aplaudan incluso los errores del poder, y prescindirá de asesores inteligentes y críticos para con los errores del poder. 
Y todo ello en un marco donde los fieles al poder no sean excesivamente críticos para con el ejercicio de aquel poder; para ello, para contener la libertad de pensamiento interna que pueda poner en peligro el liderazgo del poder, se ofrecen prebendas que se reparten los escalones inferiores sobre el que se sustenta aquel poder (el poder es siempre compartido de arriba a abajo).
Se garantiza así la lealtad absoluta y se auto convence el poder de sus logros, desoyendo las voces que lo critican; o quizás, esa estructura clientelar de todo poder no deja que pasen los inputs críticos y todo poder sea secuestrado de la realidad, viviendo en una atalaya tan alejada de la realidad que será una tragedia su final, más por distante de la realidad que por eficaz ante esa misma realidad..

(P.D. Podemos aplicar estas reflexiones, por ejemplo, a los partidos políticos; y aprovecho: decir las verdades del barquero no nos debe hacer reaccionar matando al que las denuncia, por muy malo que sea o haya sido en su pasado o presente; hay que denunciar, sí, su falta de escrúpulos, quizás; o su falta de rigor; pero no con el fin de anular su denuncia: la verdad no tiene aristas cuando es cruel... Y digo una vez más que me gustó el artículo de César Molinas el domingo pasado en El Pais (con algunos matices, sobre todo en lo referente a la UE), más allá de que me guste o no (que no) el autor. Y no es de recibo la reacción de que ha sido objeto por parte de gente que consideré libre y crítica para con los poderosos).

http://politica.elpais.com/politica/2012/09/08/actualidad/1347129185_745267.html

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