martes, 18 de septiembre de 2012

LOS MIEDOS, LOS FRÍOS, LOS SILENCIOS...

Si en algo es experta mi generación, lo es en miedos. Y en fríos y en silencios; los que producían aquel miedo aterrador; a nuestras familias, a nuestro entorno y a nuestro futuro... Reconozco que nunca quisimos hacerles daños, pues todos venían de una guerra espantosa, y los más nos ocultaban sus ideas: también ellos padecían de mucho miedo, de mucho frío y de todos los silencios, dentro de un aire cargado de escepticismo y de derrota colectiva...

Y nos dejó tantas huellas aquel miedo que nos resulta cruel todo silencio, aquel que sufrimos de tanto y con tanto miedo... Un miedo que nos daba frío en aquellos días que siempre terminaban en silencio, sin respuestas, sin preguntas, con todas las dudas, con todas las tristezas; por eso hablamos tanto y por eso tuvimos que leer tanto y con tanto desatino a veces... 
Y por eso aún muchos nos quedamos muchos días como idos de mundo: aquello nos marcó para siempre y nunca lo hemos superado muchos de nosotros... 
Sí, tuvimos que romper todos aquellos silencios; para evitar todos los miedos; para quitarnos todos los fríos... 
Y ya, desde entonces, nos resulta imposible no tener miedo al miedo; porque siempre estamos en guerra con todos los silencios, con todos los fríos, con todos los miedos al miedo... 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios