25 SEPTIEMBRE 2012: UN TREMENDO ERROR

Siempre he alardeado de ser independiente y librepensador, dentro de lo independiente y librepensador que se puede ser en una mundo tan complejo y tan falto de toda la información como para defender nuestra verdad hasta con pasión, y por eso siempre cargados de dudas, de todas las dudas; en cualquier caso, siempre pretendo ser independiente y librepensador, sobre todo a esta edad tardía donde ya todo parece definitivamente inútil...
Y así, hoy se está produciendo un hecho que considero lamentable y donde confluyen oscuros y peligrosos intereses ocultos y, para algunos, no tan ocultos... Hoy se ha convocado a rodear el Congreso de los Diputados en protesta por el llamado secuestro de la democracia que padecen las economías del mudo desarrollado. Más allá de que creo que la Institución más representativa de la democracia debe estar salvaguardada precisamente de todo intento de dañarla, creo que confluye aquí el interés de los enemigos de la democracia en un contexto de desprestigio generalizado de la política, de los políticos todos y de las instituciones del estado democrático; y creo,  también, que estas acciones sólo sirven para dar la razón a los enemigos de la democracia y para el oportunismo de cierta izquierda que siendo parte del problema se desliga cuando preseinte que la ciudadanía le supera. No es de recibo ver cómo diputados de la izquierda están apoyando estas acciones, cuando deberían haber abierto sus organizaciones a la ciudadanía crítica en vez de tapar asi sus vergüenzas, y deberían ser los abanderados de las listas abiertas, de las reformas electorales que pasasen por primarias, no por sus cuarteles de invierno donde todo se teje y maneja de espaldas a la ciudadanía... Y desconsuela la tibieza de otros ante estos hechos lamentables y pelirosos con oscuros intereses en el horizonte. 
Propongo pues que en vez de rodear la casa de la democracia, rodeemos las casa de los partidos políticos y exijamos a sus dirigentes que hagan de sus organizaciones referentes democráticos, no cortijos de intereses cooperativistas y patrimonialistas de militantes y otros poderes de baronías territoriales con que administran el poder interno, falto de toda transparencia, y falto de todo rigor democrático.
Vayamos pues a Ferraz, a Génova, a las sedes de IU y de todos los partidos políticos y exijamos ese compromiso con la democracia de las organizaciones no democráticas y a las que obliga la Constitución a ser democráticas y transparentes para vehicular la participación ciudadana, y dejemos al Congreso de los Diputados como lo que debe ser, la casa de la palabra, de la transparencia, de la participación y de la democracia.