Hablo del amor, ese
anhelo casi imposible y de necesidad infinita; nunca, casi nunca, hablo
de los afectos, esa otra urgencia posible por finita.
Sí, hablo del AMOR, ese que nace de la NADA y muere del TODO...
Claro que, afortunadamente nos quedan los afectos...
Sí, hablo del AMOR, ese que nace de la NADA y muere del TODO...
Claro que, afortunadamente nos quedan los afectos...
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