Cuando amanecen días luminosos como el de hoy, cuando ya hemos olvidado ciertas tristezas de otros tiempos, y cuando lascivo amanece el día, recuerdas entonces que hubo una tarde, hace ya treinta años, que quiso volver, regresar; a aquellos tiempos de silencio, a aquellos días vergonzantes de curas y mentiras, a aquellas calles llenas de niños famélicos y de hombres oscuramente entristecidos mirando para el suelo, ese mismo suelo donde habitaban sus miserias y martirios, sus denigradas enterezas, sus decencias y sus harturas...
Yo tenía 28 años por entonces; cuando aquel día, un grupo de descerebrados, bravucones y cobardes hombres vestidos de militar quisieron enterrar la historia de España de nuevo; no tuve miedo; sólo me inundó una profunda tristeza... Y no tuve miedo porque era joven, me esperaba la vida, y sabía que aquello era imparable; como lo saben hoy los jóvenes árabes, que se movilizarán hasta el final; porque cuando una sociedad dice basta va en serio y es imparable. Habría sangre, de haber triunfado aquel fantoche de Armada en su traición, pero la libertad llegaría al fin a España; hay sangre y, por desgracia, habrá más, pero Gadafi y el resto de sátrapas, golfos, asesinos, salvadores de patrias, saben que es imparable ya la libertad; cuando amanece un día luminoso como el de hoy...
P.D. Hoy es un buen día para recordarle a los políticos que se dejen de monsergas y que entre todos ayuden a que este país y sus ciudadanos salgamos de estas lo mejor posible; y que se dejen de guerras cainitas y de los famosos “y tú más”.
http://www.goear.com/listen/
Yo tenía 28 años por entonces; cuando aquel día, un grupo de descerebrados, bravucones y cobardes hombres vestidos de militar quisieron enterrar la historia de España de nuevo; no tuve miedo; sólo me inundó una profunda tristeza... Y no tuve miedo porque era joven, me esperaba la vida, y sabía que aquello era imparable; como lo saben hoy los jóvenes árabes, que se movilizarán hasta el final; porque cuando una sociedad dice basta va en serio y es imparable. Habría sangre, de haber triunfado aquel fantoche de Armada en su traición, pero la libertad llegaría al fin a España; hay sangre y, por desgracia, habrá más, pero Gadafi y el resto de sátrapas, golfos, asesinos, salvadores de patrias, saben que es imparable ya la libertad; cuando amanece un día luminoso como el de hoy...
P.D. Hoy es un buen día para recordarle a los políticos que se dejen de monsergas y que entre todos ayuden a que este país y sus ciudadanos salgamos de estas lo mejor posible; y que se dejen de guerras cainitas y de los famosos “y tú más”.
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