sábado, 26 de febrero de 2011

MIS MUERTOS

‎(Para todos mis muertos, a los que siempre reclamo en mis constantes recuerdos de vida)

 La espléndida mañana que viene a sacarme de dudas me empuja a la vida; allí, a las afueras que siguen difíciles como un invento; porque quiero huir de la muerte, la lenta y quieta muerte que nos acompaña siempre vivos.

De
cía Canetti que "la brevedad de la vida nos vuelve malos", pero también descreo con él de que alargándola no nos volviéramos más malos...

Hoy, en esta soberbia y hermosa mañana, quiero huir de la muerte... Y qué mejor forma de hacerlo que recordar con cierta melancolía, pero también con el gozo de vivirlos, cuánto disfrutarían mis muertos de esta prodigiosa mañana de sol y de aires quietos...

Como Canetti también decía, "siempre poseeré a pocas personas, para no tener que conformarme nunca con su pérdida".

Para huir de la muerte; para alcanzar la vida...


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