Hoy, a la hora del aperitivo, estuve mirando el mar... Y al llegar, en la tarde, a casa, leí este hermoso poema de Borges:
El mar
Antes que el sueño (o el terror) tejiera
mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, el siempre mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira lo ve por vez primera,
siempre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.
JORGE LUIS BORGES
También, de aquella parte del mundo nos trajeron cantes los cantaores que por allí anduvieron; son los cantes de ida y vuelta, como esta Colombiana de Luis de Córdoba.
Hoy fue una tarde hermosa; con el mar, y con cierta adoración...
El mar
Antes que el sueño (o el terror) tejiera
mitologías y cosmogonías,
antes que el tiempo se acuñara en días,
el mar, el siempre mar, ya estaba y era.
¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento
y antiguo ser que roe los pilares
de la tierra y es uno y muchos mares
y abismo y resplandor y azar y viento?
Quien lo mira lo ve por vez primera,
siempre. Con el asombro que las cosas
elementales dejan, las hermosas
tardes, la luna, el fuego de una hoguera.
¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré el día
ulterior que sucede a la agonía.
JORGE LUIS BORGES
También, de aquella parte del mundo nos trajeron cantes los cantaores que por allí anduvieron; son los cantes de ida y vuelta, como esta Colombiana de Luis de Córdoba.
Hoy fue una tarde hermosa; con el mar, y con cierta adoración...
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