jueves, 24 de febrero de 2011

LOS HUECOS DE LA TARDE...

Ya amanece tempranamente, y ya atardece tardando... Son los anuncios primeros, los que más nos llevan a presentir la buena nueva, cuando el sol, al mediodía, calienta por más cercano; cuando las mañanas, al amanecer, son más tempranas; cuando las tardes, en el declive, son más lentas y tardías; sí, cuando las lunas no regresan...
Será, entonces, la buena nueva de la elegante primavera: ¿acaso hay algo más sublime, en maneras exquisitas, que el recibir al mundo, a los hombres, y a diario hasta madurar y morir por el sol excesivo del verano, los campos de verdes nuevos, pintorreados de flores y de árboles en sus frutos primeros? ¿Acaso hay algo más hermoso que la mar quieta de asombros, complacida ante aquel espectáculo de la tierra que la sustenta le ofrece a diario, en sus primaveras por el Sur?

Ya, sin prisas, la tarde va llenando los huecos que voy dejando por la vida.
Sí, ya amanece más temprano; ya atardece tardando. Y ya sólo deseo habitar en aquellos huecos... Allí, donde se incia el declive, esa sutileza que tiene el día para recibir a la noche, y que llamamos crepúsculo...

http://www.goear.com/listen/9e89af4/symphony-6-beethoven

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