TIEMPO DE MAR
Al fin pude dormir; han sido más de 11 horas donde no hubo tiempo para el llanto. Y si la noche fue hermosa en sosiego, este amanecer por el Sur me reconforta en la alegría y en el placer de vivir; la luz es nítida, alegre; el aire, quieto, placentero; y la mar es serena en su orillar de apenas espumas sobre la dorada arena de la playa.
Amanezco, pues, reconfortado de vida, de gozo y de placer. Y que no de llanto, que no de miedo; y que no de espanto...
P.D. La sobrina arquitecto ha organizado para el mediodía un "family-picnic" por los Montes de Málaga; será gratificante el reencuentro con aquellos paisajes tan hermosos...
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