Leyendo estos párrafos y oyendo ciertas músicas, la mañana me trae una luz tan hermosa que al cruzar los pinares que presiden la mar, la amarillenta fuerza del sol manosea, suavemente, los verdes y marrones de la arboleda, convirtiendo el escenario en un prodigioso espectáculo de verdad, único y cierto, y que nos conmueve de tal manera que ya no caben disfraces con los que solventar el mundo y sus mentiras.
Porque la belleza, cuando se alcanza, es cierta y hermosa, como una caricia que alguien te diera y la recuperaras en tu memoria...
Al amanecer de un otoño de sol; al iniciarse la mañana...
Si al despertar todos fuéramos capaces de valorar la belleza de lo que nos rodea, el resto del día seguro que tomaría otro rumbo,para mejor.
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