La mar, entonces, aparece espléndida y lo absorbe todo: es su muchedumbre; es su poderío; es su enorme multitud, tan inmensa como su infinita hermosura.
La mañana, para entonces, es espectacular. Y para acompañar tanta gloria, suenan bandas sonoras con voces lisboetas, pessoanas y mediterráneas...
Como este mar que me lleva y trae por la vida y sus lamentos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios