LA INFORMACIÓN COMO MERCANCÍA

Asistimos desde hace ya bastante tiempo a una constante mercantilización de la información; bien sea a través de la compra-venta de medios de comunicación por grupos económico-financieros ajenos al sector, como a la subordinación de la línea editorial, en función de los objetivos comerciales de la compañía, o de los criterios políticos y/o de presión de determinados grupos de poder, tanto económico como político.

Es lo que podemos llamar la información como mercancía, no la información como una necesidad básica del sistema democrático del mundo llamado libre.

Como decimos, esta realidad se ha ido agudizando en las últimas décadas, al mismo tiempo que se han ido desmantelando los medios de comunicación públicos, con el ya conocido discurso-argumento de los llamados liberales de que la prensa -los medios- tiene que ser libres, como si el hecho jurídico de ser propiedad pública los dejara huérfanos del concepto de "libres"... Nunca entendimos por qué lo público, que defiende los intereses generales y mayoritarios de la sociedad a la que sirve, no es "libre", y sí en cambio es "libre" lo que es privado y que sólo defiende aquellos intereses privados, las más de las veces frente a los intereses generales de la mayoría de la población.

Y es precisamente en nombre de esa libertad, en nombre de ese concepto de servicio fundamental para el sostenimiento y desarrollo de la democracia, y de su profundización y transparencia, por el que reclamamos la defensa y la apuesta definitiva por los medios de comunicación públicos; porque son los únicos garantes de que la información deje de ser una mercancía y de que sea un instrumento de presión para determinados intereses económicos y de poder de determinadas minorías.

Desarróllense los instrumentos necesarios de control para que no se produzcan abusos de poder ni manipulaciones que vayan encaminados a diseñar la realidad al gusto del poder de turno; pero sólo la propiedad pública de los medios de comunicación garantiza con rigor el acceso democrático a la información.