jueves, 29 de marzo de 2018

CELEBRANDO LA VIDA: antes de ayer invité a mi gente a participar de mi estado...

En esta edad tardía y certera a la que nunca creí llegar, cuando al cabo decidí buscar el sosiego, aquel que no tuvo Pessoa, con quien tanto quiero, como dijo Montaigne, “si la vida no es más que un paseo, sobre ese paseo al menos sembremos flores.”
Nunca pensé llegar a esta edad cierta; como nunca creí que acabaría viviendo como vivo… Conforme fui cumpliendo tiempo, eso que somos, comprendí que sólo era parte de un público, como el que asiste a un espectáculo, el de la vida, pero que tenía poco tiempo para contemplarlo… Y así, un día decidí bajarme de aquello que me impedía disfrutar del espectáculo total del mundo y de las formas de su belleza…
Nunca fui avaro, pero ya tenía lo suficiente para bajarme y pararme y, al cabo, así fue.
No tenemos capacidad de comprender el mundo, el universo; pero sí, al menos, de contemplarlo y de gozar de su hermosura; en soledad, sí, pero con la muchedumbre de este mar que me acoge y al que saludo a diario en compañía de una serie de poetas que me ayudan a gozar del tiempo que me queda.
Amé y fui amado, porque como Garcilado DE LA VEGA, “yo no nací sino para querernos;/ mi alma os ha cortado a su medida;/ por hábito del alma misma os quiero;/ cuanto tengo confieso yo deberos;/ por vos nací, por vos tengo la vida,/ por vos he de morir, y por vos muero”.
También, cómo no, “considero a la vida como una posada en la que tengo que quedarme hasta que llegue la diligencia del abismo. No sé a dónde me llevará, porque no sé nada….Para todos nosotros caerá la noche y llegará la diligencia. Disfruto la brisa que me conceden y el alma que me han dado para disfrutarla, y no me interrogo más ni busco”, me dejó PESSOA en su baúl...
Sí, “uno por uno todos nos iremos convirtiendo en sombras. Es mejor irse a ese otro mundo en plena gloria de una pasión, que desvanecerse y marchitarse con los años”, nos dijo JOYCE...
Y porque supe a tiempo que "si te resulta imposible vivir solo, es que naciste esclavo", como también me dijo F. PESSOA una tarde por La Baixa de Lisboa… Decidí, entonces, que acabar mis días en estos territorios, arraigados en mi memoria, cuando padre nos traía por estos parajes y que nos liberaban de temores y espacios oscuros, sería mi objetivo; un objetivo al fin conseguido: me bastaba entonces la luz del mar, como me basta hoy, para recuperar el tiempo perdido y la voluntad de vivir disfrutando de la hermosura del mundo -a su pesar y a nuestro pesar-, en un pueblo junto al mar y “vivir como un noble arruinado entre las ruinas de mi inteligencia”, como también lo quiso Jaime GIL DE BIEDMA…
Sí, sólo aspiro a respirar cada mañana mirando el mar, “mientras -como me dijo aquella noche en Málaga Joan MARGARIT- los días van con lluvia o cielo azul organizando ya la soledad”
Calahonda, 27 de marzo de 2018



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