sábado, 28 de octubre de 2017

UN DEBER MORAL: NO CALLEMOS NUNCA ANTE EL ABISMO

Amanece el primer día sin sobresaltos por el asunto catalán; quizás haya que celebrarlo con un buen cava brut; porque siempre admiré a Cataluña y a sus gentes, una tierra hermosa y que conozco bien y donde tantos amigos y tantos días de vino y rosas; y de algún que otro mal rato que enseguida vio la luz...
Y si bien desde el inicio de esta locura secesionista tomé partido hasta mancharme, tengo que decir que he echado en falta palabras de otros que ayudaran a ver la luz y a desmantelar las mentiras de los otros... Pero callaron, y nunca hay que callar ante al abismo. Puede que de tanto callar nos quedemos solos frente a la pared de la soledad y de la muerte; y ya no haya nadie al que decir que mentían y que habían enloquecido en su sinsentido y su empeño hacia la nada...
He recibido mucho afecto y compañía estos días; pero también muchos insultos. Me quedo con que mereció la pena y cumplí con un deber moral que era superior a mi voluntad y que de manera inevitable me empujó a ser beligerante y constante hasta el final...
Jamás, nunca tenemos que callar ante los enemigos de la libertad y la vida. Ojalá aprendamos la lección...


2 comentarios:

  1. Bueno, Javier, supongo que algunos queremos oír, oír,... Que no significa no tener opinión, si no seguir formándola,..
    En cualquier caso, sigue siendo cierto: no hace daño quien quiere, sino quien puede.

    ResponderEliminar
  2. Prima, no he dicho eso; digo que hay que movilizarse con la palabra, nuestra única arma; porque si callamos nos ganan. Uno de los factores del fracaso de los golpistas catalanas fue la respuesta ciudadana que salió a la calle, las declaraciones de Serrat y tantos otros artistas e intelectuales... Y los que estamos lejos de allí, sólo podemos hablar y gritar. Porque si callamos acabarán con nosotros.

    ResponderEliminar

Comentarios