viernes, 13 de octubre de 2017

UN CIUDADANO EUROPEO EN EL DÍA NACIONAL DE ESPAÑA

Lo he dicho muchas veces ya: nunca entenderé eso de ser nacionalista y de izquierdas, como nadie ha sido capaz -con rigor intelectual- de explicarlo. La izquierda que profeso es la internacionalista -y más que nunca tras la globalización de los poderes financieros, verdaderos poderes del mundo de hoy-, jamás insolidaria y nunca fronteriza. Y respecto al derecho a decidir de la manera como se ha hecho recientemente en Cataluña lo hacía ya Franco.
Pero lo fundamental es cómo se puede ser progresista y nacionalista; sólo los ciudadanos ricos respecto al resto de sus compatriotas son los que abanderan el nacionalismo, arrastrando, como siempre se hizo, a las clases populares que emocionalmente caen en el falso discurso de un mundo mejor para ellos, cuando serán ellos los primeros en sufrir sus consecuencias...
Nunca encontraremos reivindicaciones secesionistas en territorios de menor renta per capita que la del resto del territorio al que pertenece aquel de menor renta, salvo cuatro gatos en busca de autor y protagonismo político. Por eso fracasó el nacionalismo andaluz: sin riqueza no hay avaricia... Sin superioridad en bienestar y riqueza no hay pretensiones secesionistas, egoístas e insolidarias: sólo se quieren separar los territorios donde la gente que tiene más renta per capita utiliza los sentimientos de identidad para llevarlos al terreno de la locura del egoísmo, eso que forma parte de nuestras esencias animales... Por tanto, que no me vengan con monsergas de discursos, de diferencias culturales y de idiosincrasias...
Lo repito de nuevo: los territorios no tributan; tributan los ciudadanos. Ocurre que hay territorios donde los ciudadanos disfrutan de más renta que en otros y por eso son más ricos aquellos territorios. Y lo son por muchos factores, entre ellos, las infraestructuras que han financiado no sólo los que pertenecen a aquel territorio, como tampoco la riqueza, esa acumulación del trabajo que han hecho generaciones anteriores a ellos y de otras tierras del mundo, como en este caso la UE y el resto de España.
No admito eso de la diferencia cultural como excluyente; y menos aún hoy, en un mundo multicultural...
Pero veo que hay gente que acaba cayendo en la mentira, en el populismo de unos desalmados demasiado malvados hasta engañar a inocentes sentimentales y melancólicos abandonados hasta de capacidad de análisis por mor de una educación deficitaria, en lo personal y en lo colectivo...
Repito: ¿por qué no hay nacionalismo andaluz, o ha sido siempre minoritario? Porque la renta per capita andaluza es menor a la media nacional. Pero es renta per capita, no territorial!!!
La renta territorial es un agregado de las rentas per capita!!! Y en ese agregado hay diferencias sociales; y, sobre todo, hay víctimas y golfos que las engañan...
No, nunca fui ni seré nacionalista, ni secesionista; y menos aún cuando las naciones hoy son débiles, muy débiles, frente a la globalización financiera y de las grandes corporaciones cuyos propietarios son fondos de inversión que usan el ahorro mundial sin nombre ni apellidos...
En fin, como dice una canción italiana -¡ay!, mi Italia la bella!- ‘tan sólo te digo adiós’ patria y nación...
Sólo más Europa y más Mundo nos podrá salvar del fascismo populista de los nacionalismos...



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