jueves, 26 de octubre de 2017

ANDRÉ GORZ

"...NO había ningún lugar en el mundo de los adultos que te perteneciera. Estabas condenada a ser fuerte porque todo tu universo era precario. Siempre sentí tu fuerza, a la vez que tu fragilidad oculta. Me gustaba tu fragilidad superada; admiraba tu fuerza frágil. Ambos éramos hijos de la precariedad y el conflicto...
...Contigo me encontraba en otra parte, en un lugar extranjero, extraño a mí mismo. Me ofrecías el acceso a una dimensión de alteridad suplementaria, a mí que siempre rechacé cualquier identidad y fui acumulando identidades que no me pertenecían..."


André GORZ. Carta a D. Historia de un amor. Barcelona 2008


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