Todos los años, cuando por estos días de otoño cambia la luz, cuando los cielos grises llegan despacio pero certeros y nos cogen en renuncios con algunos escalofríos y tormentas internas, cuando llegan estas tardes tristemente tediosas, siempre me viene a la memoria aquel salón, aquel sillón, aquellas tertulias entre sueños y licores, aquellas películas de aventuras y aquellas castañas que devorábamos en la tarde húmeda de aquella casa grande donde la vida era una mesa de camilla permanentemente repleta de ternura...
Cuando aún madre gobernaba las horas y las costumbres, y cuando aún creíamos que en el mundo cabían algunas esperanzas...
Cuando aún madre gobernaba las horas y las costumbres, y cuando aún creíamos que en el mundo cabían algunas esperanzas...
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