viernes, 21 de enero de 2011

NACER, VIVIR Y MORIR. Y NADA MAS...

Decía Saramago ante la eterna pregunta: “Nacer, vivir y morir; y nada más”. Ciertamente, eso es vivir; esa es la vida; ya sabemos cómo están los cementerios: llenos de gente que creyóse imprescindible. Pero yo añadiría, y esa es la componente espiritual de todo ser humano, que somos seres únicos, unicidad que sólo las grandes civilizaciones -las cultas y decentes, aquellas a las que aspiramos algunos dentro de aquella utopía que nos sirve para caminar- son capaces de intentar garantizar. En otros lugares, donde la barbarie humana no ha desaparecido aún, la vida no vale nada.
Como la vida tampoco vale nada “si yo me quedo sentado como si no pasara nada..., si no es capaz de tocar mi corazón”...

http://www.goear.com/listen/dc26fce/la-vida-no-vale-nada-pablo-milanes

P.D. Hoy, en horas, enterraremos a la Tia Paca, una mujer que vivió y dejó vivir, haciendo gala de esa enorme virtud de la que disfrutaba: la discreción, el sosiego, la paz... Esa que al fin ha conseguido sin hacer ruido, calladamente. Hoy, en horas, enterraremos a la Tía Paca; pero en vez de enterrarla en la tierra, de donde procede todo lo único, le haremos un homenaje de vida vivida en libertad y dejando libres a los demás. Porque eso, querido José Saramago, también es la mejor forma de vivir; como tú sabías, además, hacerlo; y como lo hizo la Tía Paca, que en paz con el mundo y su gente ya descansa.

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