martes, 11 de enero de 2011

EL MAL CARÁCTER

Decía E. Vila-Matas (otro gran enamorado de París) en su "Dietario voluble": "Decido que, a partir de ahora, no saldré de casa hasta que sepa con seguridad que la gente ha comenzado a tener cierto buen carácter".
Hoy , al amanecer sobre el mar de siempre, pero siempre otro, al salir de la urbanización, llamé la atención de un vehículo que impedía la libertad de los demás para salir del atolladero; un poco más y aún está gritando el energúmeno. De modo que no sólo no se siente culpable sino que además se enfurece con los más, los soliviantados en su derecho a transitar; lo de siempre: arreglo lo mio aunque sea a costa de estropear lo de miles.
Quizá sea esta la moral que también han impuesto los poderosos en su afán por evitar que la gente se sienta feliz, aunque no tenga ni siquiera la capacidad de gritar, aunque sea de tristeza...
http://www.goear.com/listen/94114be/lencre-de-tes-yeux-francis-cabrel

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