miércoles, 8 de diciembre de 2010

TEXTOS HERMOSOS

"En ninguna otra ciudad europea el afán de cultura fue tan apasionado como en Viena... Por aquí habían pasado los Nibelungos..., y el ciudadano, inconscientemente, era educado en un plano supranacional, cosmopolita, para convertirse en ciudadano del mundo... El arte siempre alcanza la cima allá donde se convierte en motivo vital para todo un pueblo. Y al igual que durante el Renacimiento Florencia y Roma atraían a los pintores y les inculcaban la grandeza, porque todo el mundo creía que tenían que superarse y superar a los demás ininterrumpidamente en una rivalidad constante ante todos los ciudadanos, así también los músicos y los actores de Viena conocían su importancia en la ciudad. Nada pasaba por alto al público de la Ópera de Viena y del Burgheater: se daba cuenta inmediatamente de una nota falsa, censuraba cualquier entrada a destiempo y cualquier supresión...
... La primera ojeada al periódico de la mañana de un vienés medio no iba dirigida a los debates parlamentarios ni a los acontecimientos mundiales, sino al repertorio del teatro, que adquiría una importancia en la vida pública difícilmente comprensible en otras ciudades... Cualquier pérdida, la desaparición de un cantante o de un actor popular, se convertía irremediablemente en luto nacional..."

STEFAN ZWEIG: "El mundo de ayer". Acantilado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios