Las familias numerosas tienen esa enorme dependencia: siempre se reúnen para celebrar la vida comiendo; las más de las veces, en excesos por una vez permitidos; como excesivos son también los afectos permanentes: aquellos que nos llevan sin preguntarnos por qué...
Anoche fue la Nochebuena; una nueva celebración de vida, a través de cuatro generaciones: la tía, los hermanos, las primas casi hermanas, los sobrinos y los sobrinos-nietos...
¡Aleluya, que ha vencido la vida!
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