jueves, 2 de diciembre de 2010

DICIEMBRE

Amanece de luz, de cielos rotos, de azules celestes claros y limpios por las lluvias y vientos; y de horas antiguas como un huerto... Es la mañana, al fin luminosa y sin aguas, que blanquea de limpio los aires y los cielos; y la tierra es tan agradecida y coqueta, que se viste en verdes claros y aseados para el espectáculo del asombro...
Es diciembre, ese otro mes último que anuncia ilusiones, encantos y tradiciones que nos llevan hacia Oriente, por donde quedó nuestra inocencia de aquellas primeras lecturas tan exóticas como hermosas; en gasas, en collares y en ojos rajados y abiertos, como los que se necesitan para disfrutar de esta belleza -tan grande y elegante como Gainsbourg cuando interpreta Baudelaire- en este amanecer que nos trajo la mañana...
http://www.goear.com/listen/98f2ce1/baudelaire-serge-gainsbourg

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