miércoles, 25 de agosto de 2010

EL GLAMOUR...


Cada amanecer es un prodigio. Cada mañana, un asombro. Es el mismo mar; es la misma tierra; es el mismo sol... Y son los mismso ojos; la misma piel; la misma alma... Pero el agua del mar tiene a diario texturas distintas y colores diversos; como la tierra que la acoge; como el sol que la calienta y la enseña en luz... Como tampoco nuestros ojos son iguales de observadores cada día, al igual que nuestra piel no siente a diario lo mismo, ni el alma está llena siempre de nuestras mismas cosas... Por eso el tiempo, ese impostor de la vida, también nos va quitando maneras y formas del pasado; aquel que ya se fue; aquel que vieron nuestros ojos, que sintió nuestra piel y que nos llenó el alma de sosiego y hermosura... Como este tiempo, al que pertenecemos muchos que lo sentimos cercano, donde nos habitó el glamour y la belleza terrenal...
Bonjour, mes amis... Os dejo este testimonio de aquellos tiempos glamourosos, y que vivimos en aquellos años de juventud, y que tanto añoramos a veces... Por la edad; por el glamour; por la belleza y la hermosura de seres humanos inigualables del ayer...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios