domingo, 31 de agosto de 2008

Poco a poco, los días regresan a cierta normalidad. La estacionalidad de las vacaciones laborales en España, aún siendo menor que hace unos años, cuando el mes de agosto era casi el único habilitado para aquellas vacaciones, sigue pareciendo excesiva; al menos para los que vivimos tan plácidamente durante todo el año por estos lares, abanderados como los destinos mayoritarios del turismo en época estival.

Los días regresan, así, a la cotidianidad, y nosotros volveremos a ser más felices. Entre otras cosas, porque con los turistas se irán también los excesivos calores... Esperamos, y deseamos, que también se vayan con ellos la ordinariez y el cambalache tan ajetreado de estos insoportables días de carnes excesivas, de camisetas feas y vulgares, y de tatuajes de grima y fealdad insoportables. Y esperamos, sobre todo, que se lleven también tanto mal gusto extra-ordinario, vulgar y rechazable desde la más mínima decencia estética y moral.

Poco a Poco, los días regresan a cierta normalidad, dentro del malestar y la infelicidad colectiva del mundo de hoy...