viernes, 1 de agosto de 2008

CRONICAS GALLEGAS (32)

"Se no abrente deste día poidéramos voar sobor da nose terra e percorrela en todas direicións, abrangueríamos o portento dunha mañán única"...
Así comienza Castelao el discurso que pronunció desde su exilio, en el Teatro Arxentino de Buenos Aires, con motivo do día de la patria galega, aquel memorable 25 de julio de 1948.

Y Pontevedra amanece manteada por una fina niebla. La luz del sol escaso y suave rebota en aquel manto, y centellean claridades blancas y luminosas.
Cobijada por los montes, la Ría de Pontevedra pareciera entonces un prodigio de claror de aguas, y de luces, y de sombras, en el amanecer más hermoso que pudiera encontrarse en el mundo...
Y ya, para entonces, el sol rompe la niebla blanca y transparente, y con solemnidad exhibe su enorme y soberbia fortaleza...
Es el día, tras su nuevo y permanente amanecer.
Es la luz, tras su nuevo y diario tormento ciego.
Es la vida, que alumbra un día más, de nuevo, su andadura...

Es el "portento dunha mañán única".