REFLEXIONES CON VALENTE

Hay unos versos de José Ángel Valente (el poeta que hoy me está acompañando) que dicen:

"De ti no quedan más
que estos fragmentos rotos."

Algo así siento respecto a todos aquellos que en su día me pidieron amistad en Facebook y nunca participan de nada de lo que los demás compartimos; sólo querían público ad hoc para vender sus cosas, sus vanidades o sus petulancias ególatras e insolidarias...
Sí, todos responden al mismo perfil: sólo usan las redes para promocionar sus cosas o sus negocios, pero no para conocer a otras personas y participar de otras miserias; y digo lo de miserias porque lo que no terminan por reconocer estas personas es que se sobreviven llenos de miserias comunes, como las de todos los mortales, e incapaces de reconocer que no son más que nadie ni menos... Si acaso dotados de algo de interés, un interés que reside en que los demás los reconozcamos con agrado, no como producto a adquirir o desear de adquirir... Salvo el esfuerzo personal en todo lo noble de la vida, apenas nada; porque todo lo demás es suerte (genética o geográfico/familiar) y oportunidad (aquello de estar en el preciso momento del lugar oportuno)...

Habrá pues que empezar a limpiar esto del Facebook en cuanto a componentes que apenas nada incorporan salvo su malogrado business; sí, porque hasta para vender algo hay que ser simpáticos, no meros siniestros escondidos en sus miserias... Y claro, así sólo venden su mediocridad...

Si, de algunos sólo quedan fragmentos muy rotos...

P.S. Lo más curioso es que suelen ser los que más se quejan luego de las redes sociales, redes que necesitan para ser algo/alguien...