viernes, 9 de junio de 2017

CORBYN

No sé si ganará hoy en el Reino Unido, pero creo que ha perdido una oportunidad de oro para liderar casi la mitad de los anhelos de sus conciudadanos que votaron NO al brexit y, por tanto, de los intereses, a medio y largo plazo, de sus conciudadanos, y haberse consolidado así a futuro como el líder del nuevo Reino Unido.
Siempre he considerado que la política es el único instrumento civilizado, humanista y democrático para la confluencia de los consensos básicos y fundamentales que hagan que la vida en sociedad lo sea solidariamente digna, y donde los liderazgos necesarios para desarrollar la cohesión social, honestos y creíbles, no sean meros vehiculadores de voluntades mayoritarias que malinterpretan en su uso para conservar el poder que consiguen como representantes de aquella sociedad y de la que obtienen un mandato de liderazgo... Y así, hay muchos tipos de liderazgos, los sólidos y los oportunistas.
Los liderazgos sólidos son aquellos que no van a rebufo del sentir mayoritario de la sociedad, sino que, respaldados con el apoyo mayoritario de aquella sociedad, la convencen para con su liderazgo iniciar nuevos caminos y sendas donde todos serán más libres, más humanos y más solidarios frente a los miedos y a las derrotas de siempre...
En suma, los liderazgos se transparentan cuando ejercen como tales, es decir, convencen del cambio necesario hacia nuevos escenarios, y no cuando ejercen como meros administradores de voluntades ya expresadas.
Y así, me hubiese gustado un Corbyn proponiendo revisar lo más pronto posible el Brexit, denunciando que sólo fue una apuesta personal de un dirigente bisoño, y sosteniendo que el Reino Unido debe estar dentro del ansiado proyecto político europeo, proponiendo para ello un nuevo referéndum sobre el asunto...
La socialdemocracia es internacionalista, no nacionalista.
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Los sondeos marcan señales.
Cameron se fue de rositas tras meter a los ingleses en un callejón de incertidumbres innecesario con el sólo fin de salvarse sólo él (por cierto, es muy común en la política europea apuestas personales con consecuencias terribles para todos). Acabó huido, solo, pero con un país en declive y lleno de incertidumbres y temores que no preveía hace unos meses...
Y un lamento: esperaba de los laboristas el hacerse con la bandera del europeismo y haber denunciado la frivolidad de los errores de Cameron, apostando al mismo tiempo -y con convicción- por un nuevo referéndum para acabar con la locura del Brexit... Se hubiese ganado gran parte de la mitad de los británicos que están preocupados por las consecuencias del Brexit...



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