martes, 27 de junio de 2017

26 JUNIO 2016 / 26 JUNIO 2017

Hoy se cumple un año de aquella noche electoral del año pasado en la que se repitieron las elecciones...
La torpeza de muchos hizo que se repitieran unas elecciones que no resolverían nada, salvo el ego de unos salvapatrias que esperaban el sorpasso, aquel deseado por el PCE y sus formas (IU, y, más tarde, Podemos, creado por los profesores de universidad formados en las juventudes comunistas con ansias mesiánicas tras el 11-M) desde 1977, cuando el PSOE ocupó el mayor espacio político de la izquierda española...
Sí, la repetición de las elecciones no resolvieron nada pero, eso sí, produjeron el mayor desgarro en el PSOE desde la República.
Ha pasado un año y pareciera que no ha pasado este tiempo, salvo que el huido (hay huidas hacia adelante que se vuelven hacia atrás) regresó para, me temo, la nada...
En el camino, repito, mucho desgarro, división y falta de liderazgo, al menos no se visualiza... Porque si fue un error empecinarse en la estrategia de liderar una salida personal y tener que dimitir tras perder la mayoría en los órganos de poder, peor fue el error de dejar el escaño y entrevistarse con Évole donde enseñó las cartas que tenía guardadas...
Al menos, de no haber dejado el escaño, hoy sería el líder de la oposición y se visualizaría que hay una alternativa a medio plazo en el Congreso de los Diputados. Pero le pudo la soberbia y todo lo demás ya se sabe: se alió con la melancolía de una militancia agotada y desmoralizada para renacer. Un renacimiento que no ha cuajado visto lo visto tras sus últimas decisiones:
1. Su coqueteo con Podemos no es de recibo (precisamente cuando están en declive tras su Vistalegre II y la circense moción de censura). Ese juego de tronos con Podemos lo perderá: Iglesias es más listo y se lo comerá, como se comió a IU.
2. Tampoco ha sido acertado el nombramiento de la portavoz parlamentaria en el Congreso de los Diputados (¡qué manía de rodearse de gente de poco interés!; será muy buena jueza, y extraordinaria profesional en lo suyo, pero no implica que sea buena parlamentaria como para ser la portavoz; ¿acaso algunos líderes no quieren brillantez a su alrededor que les pueda hacer sombras?).
3. Por último, la revisión del SI al CETA (tratado comercial de la UE con Canadá) es un error de libro que pagará caro en credibilidad y apoyos en el resto de Europa a futuro.
Claro que como no tiene protagonismo donde debería (en el Congreso de los Diputados) lo tiene que tener con gestos de este tipo que le den presencia mediática.
Y también, como Trump, es un activista de twitter donde nos dice con quién se reúne y con quién no...
Quizás lo peor de todo es que sigue erre que erre cuando los números en el Congreso son los que son porque no han cambiado y siguen, por tanto, sin salir las cuentas...
Claro que lo mismo ya se ha dado cuenta de lo que le espera ante una nueva derrota...

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