viernes, 16 de octubre de 2009

LA CASA DE LOS LÍOS

Que se acabe con el subalterno para salvarte tú, jefe, no sólo es una vileza; es una indignidad. Que le echen la culpa al mandado en vez de al que mandaba, es una indecencia.
Y entre la indignidad y la indecencia, encima, nos quieren hacer ver que son honestos y ecuánimes...
Una vez más, los líderes políticos se creen que los ciudadanos de a pie somos imbéciles...
Y en consonancia con lo anterior, lo que no se creen (no tienen fe nada más que en su inmoralidad) es que los ciudadanos de a pie estamos ya hartos de tanta podredumbre moral, de tanta mentira y de tanta obscenidad.

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