6 DE MAYO DE 2007

“Sarkozy, Presidente de Francia. Más del 53% de los electores le han respaldado. Francia necesita una cura de urgencia y los franceses quieren a un líder duro, claro y convincente: la tarea es difícil. La Grandeur de la France lleva mucho tiempo dormida: la economía francesa está sin fuelles, con una deuda pública impropia para los tiempos neoliberales que corren y con un sector público excesivo, también para los tiempos neocon que vivimos. Por tanto, los primeros sacrificados serán, como siempre, los sectores sociales más débiles y más empobrecidos. Y también, la vieja Europa seguirá ninguneada: la globalización económica (que no política, que no social) ha llevado aparejada la aparición de los sentimientos nacionalistas frente a sentimientos supranacionales; pareciera una contradicción, pero no lo es: la inmigración (regulada es necesaria para mantener el crecimiento económico) ha potenciado aquel sentimiento nacional.
Pero lo lamentable es que de haber ganado la izquierda también ésta se hubiese puesto manos a la obra para atajar la deuda pública excesiva, el sobredimensionamiento del sector público y la revisión del estado del bienestar, tal cual hoy lo disfrutan los franceses, y como requisitos impuestos por la globalización del pensamiento único. Porque, como venimos diciendo, la política económica que ejerce la izquierda política, toda vez que alcanza el poder, es la dictada por los ideólogos del pensamiento único; y los resultados, de los que además se vanaglorian, ya los conocemos: equilibrios alcanzados según aquellos cánones neocon y crecimiento económico; pero la redistribución de la riqueza sigue tal cual o peor, en cuanto a la porción que reciben de aquella riqueza las clases más desfavorecidas social y económicamente.
Por tanto, los franceses, que son muy prácticos, han dicho: pues como hace falta mano dura, y la izquierda aplicará la misma política económica que la derecha, pues votemos al original antes que a la copia, que parece más serio, competente y capacitado para ejercer esa mano dura.
Es cierto que la señora Royal ha conseguido un gran resultado: el partido socialista en las anteriores presidenciales, fue superado por Le Pen. Y además, los socialistas venían de una degradación moral por las luchas internas por el poder y el espectáculo del referéndum europeo para el que algunos sectores del socialismo pidieron el NO.
Las legislativas están a la vuelta de la esquina; puede haber cohabitación, si los liberales se alían con la izquierda. Pero eso será en junio”…