viernes, 25 de mayo de 2007

25 DE MAYO DE 2007

La gente vota para defender sus intereses. Y no se plantea más, habiendo como hay imperfecciones en el sistema democrático español. Porque faltan espacios para la crítica, para la exigencia de competencia, para solicitar capacidades, oportunidades…; y para denunciar los escasísimos métodos democráticos de participación política en España, con listas cerradas conseguidas a través de los ocultos sistemas teocráticos de los partidos políticos, llenos de miserias personales y de cainismo político. Un sistema electoral con elecciones por circunscripción local o provincial, y no por distritos. Y sin primarias.
Y encima con un sistema judicial tan politizado, tan poco eficiente y tan poco independiente como el que tenemos.
Pero reitero: el voto es siempre interesado; por el contento; o por el sustento. Pero siempre interesado.
Y hablando de intereses... No es de recibo que asalariados -o autónomos- de clase media, media baja o baja voten a la derecha. Ya no sólo por aquello de que aún nadie me ha explicado cómo se puede ser de derechas, como decía Carlo Ponti, sino porque ni por contento ni por sustento aquella, la derecha, defenderá sus intereses.
En cambio, es un gesto de solidaridad el que empresarios -o autónomos- de clase alta voten a la izquierda, como hacía Carlo Ponti. Porque la izquierda no le defenderá sus intereses, pero sí satisfará su contento al aliviar su mala conciencia.
Claro que, todo esto presuponiendo la existencia de una izquierda política que represente verdaderamente a la izquierda social.

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