1 DE MAYO DE 2007

11,15 horas…

La participación de los salarios en la riqueza nacional cae a mínimos históricos. Salarios y beneficios, un reparto desigual.
Los beneficios netos de las grandes empresas no financieras han aumentado un 13,4% el pasado año, mientras que el gasto por trabajador se elevó el 2,8%, según la central de balances del Banco de España.
Ser asalariado en España significa llevarse una ración cada vez más pequeña de la riqueza nacional. Los salarios han perdido terreno hasta situarse en mínimos históricos (46,4% del PIB en 2006), mientras que las rentas de las empresas ganan unas décimas. Es un fenómeno mundial, fruto de la globalización, que se ha acentuado en España en los últimos años por la incorporación de inmigrantes al mercado laboral en los estratos menos cualificados y peor remunerados. La consecuencia es una baja productividad, derivada también de la reducida inversión en capital tecnológico por parte de las empresas.
El empleo en la construcción ha aumentado el 9,4% en el primer trimestre del año, mientras que en la industria ha caído el 0,3%.
Casi dos millones de trabajadores inmigrantes se han incorporado como cotizantes a la Seguridad Social en los últimos años, el 10,1% del total.
En España hay en la actualidad 3,55 millones de no asalariados, frente a 16,51 millones de asalariados.
El stock de capital productivo por persona ocupada ha aumentado un 1,3% el pasado año. El gasto en I+D+I apenas supera el 1% del PIB (elpais.es).
Esta es una de las noticias del día, el día del trabajo precisamente… Esta noticia viene a desmontar el argumento de que es bueno el que crezcan los beneficios porque los empresarios invertirán más: esto no es cierto; se reparten beneficios y se suben los sueldos los directivos, pero no invierten más en bienes de equipo cuando crece el beneficio.
La noticia, ya la conocíamos y la venimos denunciando; ahora se entiende la presentación de ZP en Bolsa de las cuentas macro en lo que atañen al crecimiento de la riqueza; las micro, incluso las macro en lo que atañen al reparto de aquella riqueza, ya no son ni siquiera presentables en ninguna institución: son de vergüenza para un gobierno que se dice progresista, ya no de izquierda.
Y esta es la prueba del nueve de la política económica que practica la izquierda democrática en el primer mundo: 16,5 millones de ciudadanos españoles se llevan el 46,4% de la tarta, de la riqueza nacional. En cambio, solo 3,5 millones de españoles se llevan el 53,6% de aquella riqueza nacional; y la tendencia, encima, es que irá a peor. Porque la política económica que aplica ZP, o Blair, o tantos y tantos representantes de la nueva ONG llamada “la izquierda en la globalización” es la de siempre: la que impone el capital, en connivencia con los sindicatos, quizá la institución más reaccionaria de las existentes tras la crisis letal del estado del bienestar.
Y así, la izquierda, la ONG en que se ha convertido la izquierda, está en un callejón sin salida: la derechización del mundo (Vidal-Beneyto) le ha ganado la partida. Y ya sólo se dedica a poner paños calientes a los más desfavorecidos por el sistema; pero ha renunciado a cambiar el sistema. Y el problema es que en vez de retirarse a repensar el proyecto de cambio, de redistribución, de solidaridad y de cierta utopía, la izquierda ha sido traicionada en sus cúspides con la llegada de los liberales al poder de sus estructuras y a los gobiernos de los países de turno, con el fin de llevar a cabo políticas liberales y garantizar así el sistema productivo capitalista, toda vez agotadas las posibles soluciones dentro de aquel sistema. Y encima, la izquierda sociológica tiene que estar contenta con esta izquierda política en el poder: peor sería con un gobierno de la derecha política, como hemos padecido en España durante las dos últimas legislaturas, con ese hombrecillo que quiso codearse con tan altas alturas que se emborrachó del vértigo del poder elevado.
Y este es el gran fracaso de la utopía socialista democrática (la otra, la no democrática, fracasó antes): no es posible dentro del sistema capitalista como creyeron; hay que crear otro sistema; hay que, al fin, hacer la revolución.
Lo demás, cuento chino (aunque los auténticos no se anden con cuentos) y ONG, con los sindicatos de aliados.

19,05 horas…

{{Nunca en España la tarta ha sido tan grande (este año, un billón de euros) y nunca, desde que se elabora la estadística, los asalariados ha tenido menos parte en ella}} (el pais.es).
Definitivo: sigo encerrado en este dato, intelectualmente bloqueado para nada más… No entiendo cómo se pueden, encima, vanagloriar los políticos progresistas de haber llegado a este nivel de degradación intelectual y política; me refiero a los líderes socialistas que se dicen orgullosos de habernos llevado a esta realidad económica. Y no sólo los mileuristas están hasta los mismos; desde la instauración del euro la capacidad adquisitiva ha ido cayendo en picado año tras año, y no sólo por aquella instauración, como hemos visto con los informes publicados hoy; y la izquierda política lo consiente y lo aplaude, en un ejercicio de cinismo intelectual y de desvergüenza política.
Y entonces, con EL ROTO, nos preguntamos: ¿es usted un ciudadano normal o todavía piensa?
¡Qué asco de burladores!...

Y para aliviar la tarde, qué mejor que refugiarnos en Gamoneda: la dignidad de este hombre siempre fue honestamente humana… Y algunos versos suyos dicen así:

…En mí acaba tu cuerpo. Hay palabras oscuras
habitando tus ojos. Desnúdate de mis manos.

Viene la noche. Es
la hora de perderme en tu cabello y tu llanto.
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…Eres tardío como las sustancias destinadas a la dulzura. No hay semejanza en ti.
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…Sólo vi luz en las habitaciones de la muerte.

La indiferencia está en mi alma. Es la vejez de la misericordia.
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A la inmovilidad del gris convocado por un pájaro silencioso, bajas llorando.

Hay un mar incesante que desconoce la división del resplandor y la sombra,

y resplandor y sombra existen en la misma sustancia,

en tu niñez habitada por relámpagos.
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…Pasaban trenes en la tarde y su tristeza permanece en mí.
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…Siento la curiosidad de los perros y la piedad de las mujeres: es el paisaje de la infancia, el olor incorporado a mi espíritu en los accesos de la edad.
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Soy el que ya comienza a no existir
y el que solloza todavía.

Qué cansancio ser dos inútilmente.
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Hubo un tiempo en que mis únicas pasiones eran la pobreza y la lluvia.
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Alguien ha entrado en la memoria blanca, en la inmovilidad del corazón.

…Es la ebriedad de la melancolía; como acercar el rostro a una rosa enferma, indecisa entre el perfume y la muerte.
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…Siento la suavidad de las palabras olvidadas.
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No tengo miedo ni esperanza. Desde un hotel exterior al destino, veo una playa negra y, lejanos, los grandes párpados de una ciudad cuyo dolor no me concierne.

Vengo del metileno y el amor; tuve frío bajo los tubos de la muerte.

Ahora contemplo el mar. No tengo miedo ni esperanza.
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Amé todas las pérdidas.

Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.
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…Es la impureza y la piedad, el alimento de los cuerpos abandonados por la esperanza.