12 DE MAYO DE 2007

Decía León Bloy que para saber qué opinión tiene Dios del dinero sólo hay que fijarse en la gente a la que se lo da (gracias Manuel Alcántara: SUR).
Y como está el Papa por Brasil, en vez de intentar que los niños sigan siendo objeto de tráfico sexual y de tráfico de órganos, la Iglesia de los cristianos se dedica a exhibir una vez más esa falsa puesta en escena para conmemorar sus actos de fe cuando llega el Papa a algún país… Ver esas plazas llenas de fanáticos, curas, monjas, meapilas de todo pelaje y condición, y esos cánticos vomitivos, ingenuos (¡aleluya!, ¡qué alegría!...), falsos e infantiles (¡los niños, ay!), ciertamente no los resisto. Y me gustaría saber la opinión de Dios -el Dios de aquellos cristianos- sobre estas falsas, infantiles y rechazables puestas en escenas de aquel jefe que niega luego el preservativo para frenar las muertes por sida, que niega los derechos de los que no piensan como ellos, que se oponen al divorcio, al aborto, aunque sea terapéutico, que chantajean a los estados… Es decir, imponen una moral que es inmoral.
Me gustaría saber qué piensa Dios, el Dios de ellos, de todo esto…
Mis dioses lo tienen claro: el Dios de los cristianos sigue sin atender a los principios éticos para los que fue creado por el hombre. Y así, el perdón se ha vuelto odio; la solidaridad, egoísmo. Y el no matarás, en mirar para otro lado cuando hay violencia en cualquier parte del mundo…
En cambio, mis dioses, me ayudan cada día a ser más feliz, no como aquel de los cristianos, que cada día los hace más infelices...
Y así, el Dios de la belleza lleva regalándome días espléndidos de luz y de color, con unos crepúsculos sobre el mar que me elevan y que me trasponen, cada atardecer, a unos espacios elevados de placer y gozo cercanos a la perfección y al sosiego totales…
Y el Dios del vino me trajo soberbios caldos rosados de Valencia, de cuando El Cid anduvo por allí contra el moro…
Y el Dios de la informática, a través de un PC, me abre todos los días el mundo para que me informe adecuadamente…
Y, como no, me informa de que la Iglesia sigue erre que erre… Y entonces, reitero que me gustaría saber qué piensa el Dios de los cristianos de todo esto.
Claro que, siguiendo a León Bloy, lo mismo nos basta con fijarnos en la gente que va a estos actos.