viernes, 20 de septiembre de 2019

¿UNA ITALIA SIN ITALIANOS?

Los últimos acontecimientos políticos en España vienen a demostrar lo que siempre he mantenido: con Podemos no se puede gobernar España... Nunca fueron de fiar porque sólo eran unos oportunistas provenientes de retales del otrora fracasado y roto comunismo español, y del malestar por las políticas de ajuste impuestas por la troika durante los últimos años de ZP, sobre todo a raíz del 10 de mayo de 2010, cuando recibe las instrucciones de la UE y en vez de dimitir y convocar a los españoles a consulta se mantuvo en el poder hasta finales de 2011, lo que produjo la mayor derrota del PSOE desde la transición...
El proceso final es por todos conocido: Sánchez sale elegido en primarias; sucede el espectáculo del Comité Federal famoso; Sánchez se va y regresa, al cabo, triunfante... Durante este proceso, Sánchez radicaliza su discurso para ganar las primarias (las bases siempre están más radicalizadas que las direcciones: la ignorancia siempre es osada) y en la entrevista a Évole confiesa que se equivocó llamando populista a Iglesias.
Tras la sentencia de la Gürtel Rajoy tiene que dimitir o se le presentará una moción de censura que al final triunfa porque no dimite y deja un PP roto. La moción la presenta Sánchez con el apoyo de la mayoría de la cámara excepto PP y C's. Y Sánchez, desde entonces, preside el Gobierno de España, hoy en funciones, tras el fallido intento de lograr la mayoría necesaria para su investidura.
Sánchez tiene pues que convocar elecciones tras no serle aprobados los presupuestos; lo hace en Abril de este año y gana las elecciones con un gran crecimiento en votos; posteriormente, en mayo, el PSOE gana también el resto de convocatorias: autonómicas, locales y europeas.
Para sorpresas de todos, Rivera se postula como aspirante a ser el líder de la derecha y, de manera inexplicable, pacta con Casado mucho poder territorial (y Madrid, donde la mayor corrupción del PP) y que capitaliza un Casado que estaba en la cuerda floja internamente tras caer hasta 66 los escaños del PP y perder la mayoría en el Senado.
Y desde entonces Iglesias sólo aspira a un gobierno de coalición a sabiendas de que por ahí no entraría el PSOE. O yo estoy en el Gobierno con usted o usted no será nunca Presidente del Gobierno de España, le dice Iglesias en una ocasión, desde la tribuna del Congreso, a Sánchez. Y Sánchez, que hace ya tiempo que ha renegado de su radicalismo, toda vez la 'real politike' y sus cumbres europeas nada tienen que ver con primarias internas y tiene al partido domesticado y a su medida; y ya sabe, pues, que con Podemos en el Gobierno de España no habrá estabilidad, a sabiendas de que Podemos no opta por otra vía: sólo se trata de que el PSOE no gobierne si no es con ellos mandando en plaza, siendo la cuarta vez que Iglesias impide un Gobierno socialista en España...
Basta dos asuntos para visualizar que es imposible gobernar con Iglesias:
1. Tema Cataluña: Iglesias habla de presos políticos y de que hay que pactar una consulta para la posible independencia de Cataluña, cosa que un Gobierno del PSOE no puede consentir. Y menos aún cuando se produzca la sentencia del Supremo sobre los encarcelados por 'el procés'...
2. La política monetaria y la disciplina presupuestaria de la UE nos limita mucho el margen de maniobra de nuestra política económica; y, si además, como se viene previendo, vamos camino de una leve recesión, con más razón habrá políticas contrarias a los postulados de Podemos en gasto corriente e inversiones públicas, así como en la política fiscal.
Y claro, ¿os imagináis la rueda de prensa de los viernes tras los Consejos de Ministros, a Iglesias dando una rueda de prensa paralela a la del portavoz del Gobierno de España, diciendo que sus ministros no estaban de acuerdo en la decisión sobre tal o cual asunto?
Salvini, hace unos días, parecía el primer Ministro de Italia, cuando sólo era el Ministro de Interior... Pues eso: España sería una Italia más, pero, como dijo Felipe González en su día, sin italianos...
Quizás el italiano sea Rivera: a veces me parece un nuevo Duce; otras un novato que se creyó un semidios un día de primavera...
Sea como sea, ojalá Rivera también madure tras el fracaso por el que pasará en los próximos meses... Ojalá madure, sí, por el bien de España: sólo un PSOE más fuerte, y con el apoyo de Ciudadanos, España podría ir cerrando heridas y abriendo una nueva etapa de grandes consensos con el PP y los grupos nacionalistas que apuesten por el diálogo dentro de la Constitución. Un diálogo urgente y necesario para las grandes reformas, tareas y retos que España tiene por delante.


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