En aquellos años, tras la feria de agosto, el pueblo entristecía...
Llegaban las primeras lluvias y los amigos o primos de Madrid, o de Sevilla, comenzaban sus regresos...
También las novias que pretendimos se marchaban de nuestras vidas...
Llegaban las primeras lluvias y los amigos o primos de Madrid, o de Sevilla, comenzaban sus regresos...
También las novias que pretendimos se marchaban de nuestras vidas...
Y cuando llegaba septiembre, para entonces, era una triste melancolía el sólo hecho de pensar que en días volveríamos a Málaga, a los curas y a lo tenebroso de las ausencias...
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