Lamentable ver cómo sigue esta nuestra España anclada en la cultura de la confrontación y no en los ámbitos de la concordia, los acuerdos y los pactos; sobre todo ante tan cruda realidad como es la de un país tan fragmentado política, social y territorialmente...
Y lo peor: un país tan desquiciado hasta en sus gentes más capacitada para eso de la inteligencia y la razón frente a la demagogia y el oportunismo populista de nuestros días...
Y lo peor: un país tan desquiciado hasta en sus gentes más capacitada para eso de la inteligencia y la razón frente a la demagogia y el oportunismo populista de nuestros días...
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