miércoles, 16 de noviembre de 2016

E LA NAVE VA...

Las sociedades, desde que conocemos sus crisis a lo largo de sus historias, necesitan agarrarse a algo y a alguien cuando ven que se hunden sin remedio...
Aparecen así los relatos religiosos y los líderes populistas que se ofrecen como salvación y supervivencia de aquellos desamparados seres humanos presos del miedo al presente y sin futuro cierto.
La tragedia colectiva se agudiza cuando aquellos liderazgos populistas sólo son falsos Mesías de su propia divinidad. Sí, todos son iguales: charlatanes, demagogos, difusos, oscuros, siniestros y, sobre todo, egoístas incapaces de mirarse al espejo siquiera ante su falsaria vida.
Y esta realidad, por desgracia, se repite a lo largo de la historia de todas las sociedades en épocas de crisis. Y siempre, acompañada de violencia física o moral...
Lo lamentable de la actual crisis, y como su gran aportación, es que se acogen a esta falsaria realidad gente que está capacitada intelectualmente para denunciarla, que no para abrazarla, siendo esta la constatación de hasta dónde son de profundas las crisis de las sociedades del mundo de hoy.
E la nave va...


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