sábado, 12 de noviembre de 2016

10 DE NOVIEMBRE

Estoy en el mar de enfrente. Hace un día espectacularmente hermoso, aunque mi cuerpo siga algo dolorido: me enfrié el lunes pasado en Málaga capital y ahí sigo, con una garganta enrojecida y torpe en un cuerpo incómodo. No se queja: sólo, por instantes, está triste de saber que molesta; a fin de cuentas, uno es integral y cada parte de mi ser sabe que no soporta molestar a nada ni a nadie...
Y mientras, el mar, azul muy azul, asiste atónito a la repetición de la historia, la personal y la colectiva...
Una historia que sólo sabe repetirse de su peor forma: la del olvido...
No, no aprendemos del pasado; y quizás ahí resida la sabiduría de la Naturaleza toda...


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