Ayer decía que me había cansado de querer gratis... Muchos no han sabido (o no han querido) interpretar mis palabras... Todo amor verdadero es gratuito, ciertamente; y por eso es gratificante en sí mismo; pero hay mucha gente, demasiada gente, que está muy mal acostumbrada; tanto que exige siempre más de los demás de lo que pueden dar; gente, además, que suelen ser los que no dan todo lo que pueden dar cuando se les pone a prueba...
Por ahí iban mis tiros... Unos tiros de defensa, que no de batalla...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios