martes, 19 de julio de 2016

LA AUSENCIA DE LIDERAZGOS

Lo vengo sosteniendo: el mundo se ha complicado en excesos de todo menos en exceso de POLÍTICA. 
La política, a lo largo de la historia, es la que ha organizado la convivencia en los aspectos humanistas del hombre frente a lo bárbaro de lo animal que también lleva dentro aquel hombre aún hoy. 
Y así, la política nos hizo más educados, más cultos, más refinados y menos animales bárbaros, como lo fuimos en el pasado. Y sobre todo, nos hizo más solidarios y menos egoístas… Es verdad que hay regresos, pero siempre hemos avanzado…

Sólo hace falta mirar hacia atrás sin demagogia y constatar que el mundo, a pesar de todo, ha conquistado un nivel de desarrollo científico, humano y cultural que nunca antes tuvo; es verdad, sí, que hay nuevos problemas, y algunos terribles, como el nuevo terror que aparece siempre ante situaciones de crisis; esos fanatismos que persiguen a la razón como plagas que intentaran anularla… 
Pero también la historia demuestra que se sale de ellas…

Quizás no ayuda a tener esperanzas el que no se vislumbran líderes de peso y con capacidad para retomar la agenda del mundo; un mundo que se ha globalizado en todos los aspectos menos en el principal: el de la razón, la inteligencia, el del diálogo, el de los pactos y acuerdos, el de los consensos, y el de la solidaridad; es decir, el de LA POLÍTICA con mayúsculas…
Y cuando hace más falta que nunca aquel liderazgo y aquellas apuestas por estructuras políticas más globales, al menos continentales, aparecen Brexit frívolos, o peligrosos xenófobos fascistas que reclaman más terror para acabar con el terror que según ellos provocan los otros, siempre los otros, no ellos con sus modales y sus negocios opacos, oscuros y siniestros, con esa chulería chabacana y hortera de nuevos ricos al modo Trump y su ‘barbie’ copiando el discurso de Michelle Obama de hace 8 años, porque todo vale para estos impostores; o un Sarkozy que critica a Hollande por su política antiterrorista, como ya antes hiciera nuestro inefable gallego con ETA y ya antes su ‘elector’ con el 11-M…

Pero aún así, nunca el mundo antes había alcanzado el nivel de desarrollo social y humano que tiene hoy. Y ello a pesar, digo, de oportunidades perdidas, como las de hoy en España, donde un grupo de los llamados nuevos acaban colaborando con lo más rancio de nuestros especímenes políticos:  lamentable el papel de Ciudadanos. Lo dije en su día y lo repito: UPyD sólo fue un fenómeno vasco de hartazgo de los excesos del nacionalismo separatista (PNV) y del centralista (PP), ambos en el espectro de la derecha. Y C’s es lo mismo pero respecto a Cataluña. Y en cuanto el PP abandone, como hará por necesidad posiciones extremas por falta de mayoría, y CDC deje de coquetear con los separatistas, C’s no será nada… 
Quizás por eso se ha enganchado al PP dándole la Presidencia de las Cortes, previendo su desaparición como ya antes le ha pasado a UPyD. 
Y es que entre un PP centrado (el resultado electoral le obliga a centrarse) y el PSOE no hay espacio político alguno. Como no lo había entre IU y Podemos… Un podemos que también es un fenómeno coyuntural y que ha tocado techo (su oportunidad era el 26-J) y que se irá diluyendo con el tiempo. La pena: el error de IU de no aguantar el tipo; de nuevo la falta de liderazgos, ese drama de este comienzo de milenio. Porque si llega a aguantar el tipo, detrás de IU hay una historia, un pasado de lucha por los derechos sociales y políticos de los ciudadanos más necesitados; pero en el presente y delante de Podemos sólo hay demagogia, populismo y oportunismo político y que ha acabado fagocitando a IU.

Una pena; aunque sólo un síntoma más de la falta de liderazgos en este complejo mundo donde cuando más falta hacen aquellos liderazgos aparecen payasos, horteras con barbie, mediocres oportunistas, populistas y restos del pasado más gris del siglo XX…

Pero repito: nunca el mundo estuvo donde está y tan a tiempo de una solución global que suavice tensiones y empiece a demostrar que la esperanza ha regresado para quedarse.

Para ello propongo una regeneración de la ONU que inicie lo que puede ser la nueva era de un mundo globalizado también en LA POLÍTICA.

Sólo en la política está siempre la solución de los problemas del hombre en sociedad.

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