miércoles, 6 de julio de 2016

A MODO DE TESTAMENTO VITAL

"...Considero la vida como una posada donde tengo que entretenerme hasta que llegue la diligencia del abismo. No sé dónde me llevará, porque no sé nada. Podría considerar esta posada una prisión, porque estoy obligado a esperar en ella; podría considerarla un lugar social, porque aquí me encuentro con otros. No soy, sin embargo, ni impaciente ni vulgar. Dejo estar a los que se encierran en su habitación, tumbados con indolencia en la cama donde esperan sin sueño; dejo hacer a los que charlan en los salones, desde donde me llegan cómodamente sus músicas y voces. Me siento a la puerta y embebo mis ojos y oídos en los colores y sonidos del paisaje, y canto lentamente, sólo para mí, vagas canciones que compongo mientras espero.
Para todos nosotros caerá la noche y llegará la diligencia. Disfruto de la brisa que me regalan y del alma que me dieron para disfrutarla, y no me hago más preguntas ni busco nada. Si lo que dejo escrito en el libro de los viajeros puede, cuando otros lo relean algún día, entretenerlos también durante el tránsito, estará bien. Si no lo leen ni se entretienen, también estará bien".
Fernando PESSOA (libro del desasosiego)







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