E LA NAVE VA...

El sábado pasado celebrábamos la boda de mi sobrino Celso...
Hoy, hace unas horas, hemos enterrado a su abuela paterna.
Tenía 94 años de edad, pero nunca es edad para morir...

Era de Valladolid; de la Castilla que amo. Y era una buena mujer, una de aquellas de la generación que, como decía Luis Landero (El balcón en invierno), "yo no sé de dónde ha sacado esta gente, esta generación infortunada, su temple y su entereza. Una generación, casi dos, que sufrieron la guerra y la posguerra, que vieron truncados sus proyectos de vida en plena juventud, que trabajaron como mulas y lo sacrificaron todo para que sus hijos corrieran mejor suerte"...

Sí, hace tres días celebrábamos la vida y la libertad de vivirla como necesitan hacerlo los hombres decentes; y hoy hemos dado descanso a quien ya antes dispuso también de su vida y de su limitada siempre libertad...

E la nave va...

Si, "también el mar, hoy,
tiene el alma llena de madurez" (Alvaro CUNQUEIRO)