Vistos los resultados y visto el panorama español y su pasado, ahí van una serie de consideraciones:
1. El PP tiene un suelo sólido: gran parte de los pensionistas y clases pasivas, y las clases medias más o menos acomodadas de las grandes ciudades y los autónomos y pequeños empresarios; más allá de territorios antiguos como Valencia, Murcia, y las dos Castilla... Ese suelo oscila entre los 6-7 millones de electores.
2. El PSOE sigue siendo la única alternativa posible y real al PP. Partir de donde partía, con un candidato de apenas meses en el candelero y con el estigma de partido traidor de las clases populares, pues eso, no era fácil mantener el tipo; más allá, también, de luchas cainitas dentro de su propio partido que confunden la ambición personal de muchos con las ideas y las estrategias de todos, buscando sólo beneficios personales disfrazados de izquierdismo, esa enfermedad aún adolescente de la socialdemocracia española; algún día un proceso global de primarias acabará con tanto personalísimo, eso tan propio de profesores universitarios que siguen creyendo en las élites dirigentes como fundamentales para protagonizar y llevar a cabo procesos sociales de cambio.
3. El PP tiene difícil gobernar por el escaso apoyo obtenido por Ciudadanos, sus socios naturales como su origen y su discurso.
Ello le obligará a fajarse en consensos y pactos de difícil salida si en la Moncloa permanece el huidizo gallego con su mitología mágica de la ausencia y sus manchas de poca transparencia y honestidad... Por tanto, o proponen otro candidato para presidir el gobierno o no habrá tal.
Ello le obligará a fajarse en consensos y pactos de difícil salida si en la Moncloa permanece el huidizo gallego con su mitología mágica de la ausencia y sus manchas de poca transparencia y honestidad... Por tanto, o proponen otro candidato para presidir el gobierno o no habrá tal.
4. La izquierda tampoco podrá formar gobierno; no sólo no salen los números sino que sería el suicidio a corto plazo del PSOE.
5. El PSOE necesita tiempo; para recuperar Madrid, Valencia y Cataluña, territorios donde tiene que posicionarse como primera -o al menos segunda fuerza política- para volver a intentar gobernar en España. Y durante ese tiempo, no sólo se consolida el liderazgo de Sánchez en un Congreso Ordinario de su organización, sino que aparecerán las grandes contradicciones dentro de Podemos, donde un grupo de profesores universitarios provenientes del PCE o de IU lideran un proyecto sin conformación y donde son muchos los sectores sociales diversos y mareas de activistas sociales que han incorporado sus experiencias como activistas marginales y que tarde o temprano harán ingobernable el grupo parlamentario y la organización llamada Podemos: la marca Podemos, como tal, no ha pasado de 42 escaños, que no nos engañen...
6. Por tanto, complejo panorama. Y una reclamación tipo denuncia: alguien debería pedir explicaciones a la estrategia de la pinza antiPSOE que desde intereses políticos, mediáticos y financieros se ha sostenido en este país en los últimos años y que ha concluido con este desastroso panorama político que en nada beneficia a nadie ni a España.
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