martes, 29 de diciembre de 2015

DE LOS NACIONALISMOS (I)

No soy nacionalista. Nunca lo he sido ni lo seré, aunque asumo que haya nacionalistas, aquellos que aún creen en eso de las patrias y las banderas a nivel emocional o de amor a la tierra que vieron al nacer...
Lo que ya no entiendo ni alcanzo a comprender siquiera, es que los que condenan el nacionalismo de unos sean más nacionalistas aún de su territorio que aquellos a los que critica serlo para con el suyo. No sólo es una contradicción sino un despropósito y una doble e inaceptable vara de medir. Y así, hay muchos nacionalistas españoles que condenan el nacionalismo catalán, por ejemplo. Y en aquella defensa de su patria, para colmo, sacan banderas y otras cosas mucho más hirientes, concluyendo uno, entonces, que el nacionalismo es bueno o malo dependiendo del tamaño del territorio, tanto orográfico como poblacional, del que habla cada español nacionalista. No es de recibo criticar el nacionalismo desde otro nacionalismo. La única alternativa al nacionalismo es el federalismo.
Si algo nos ha enseñado la actual crisis es que los nacionalismos no son las respuestas a la globalizacion. Por tanto, sólo veo en los nacionalismos voluntarismos y mentiras, más propias de trileros que de políticos responsables.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentarios