DÍAS DE DICIEMBRE...

Hoy hace 90 años de la muerte de Pablo Iglesias, aquel hombre que fundó un partido político que aún hoy sigue teniendo las mismas siglas y que ha sido fundamental en la historia de España. Fue entonces la esperanza de muchos españoles en aquel espantoso mundo de desigualdad y miedo que era España. Una España que hoy, afortunadamente, ya no es aquella; entre otras razones, por los años de gobiernos socialistas: el PSOE ha sido el partido que ha protagonizado la transformación de este país, siendo el partido que más años ha gobernado en España desde junio de 1977, cuando las primeras elecciones democráticas tras los años terribles de dictadura, miseria y miedo.

Dentro de unos días los españoles podremos volver a decidir sobre gran parte de nuestro futuro; ojalá, como entonces, vuelva la esperanza y a verse algo de luz y de ilusión en las España y en la vieja Europa democrática, a la que, al fin, ya pertenecemos como miembros de pleno derecho.

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Hay un lugar en el mundo donde las sombrillas se bañan en el mar. . .
Al igual que el otro aquel donde los hórreos también se bañan en el mar. . .
En ambos, a veces, aparece la misma luz. . . 
Y en ambos siempre apetece la vida. . .

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14,12 horas

Acabo de solicitar el voto por correo: mañana es el último día del plazo. Espero que en futuras elecciones, con la firma digital, podamos votar con menos engorros administrativos: por mor de las fiestas en la oficina postal había colas desesperantes y trabajadores desbordados mirando el reloj, esa apetencia tan española de los horarios a cumplir, haya o no trabajo...
Hace años que tengo claro mi voto: sostengo que de todo hay que dudar, menos de uno mismo; soy como soy porque la vida y el mundo, el origen y sus entornos, me han hecho así; un así claramente nítido en mi posición ante el mundo desde muy temprano: no, no me gustó el mundo que vi cuando pude verlo con la nitidez que lo vi. Y desde entonces, sin perder pasión crítica y constantes interrogantes, no tuve dudas y se fue consolidando mi posición estética y moral ante el mundo: había que intentar cambiarlo; había humanistas, filósofos, economistas, poetas, hombres de bien, que ya antes habían desarrollado todo un relato de luchas, de cambios, de derrotas y de esperanzas todas en una sociedad mejor.
Utópicos, quizás, la mayoría; pero nos señalaron el camino y nos arroparon en nuestras dudas...

Y desde que tengo uso de razón, abuso de este mi compromiso; a veces, exaltado; las más, esperanzado... Porque lo que nunca he llegado a entender es que hubiese indecisos, gente que cambia de visión, de ideas, de pasión moral y vital ante el mundo que vive... Primero por honestidad personal e intelectual; segundo, porque demuestra que no tuvo sangre en los años difíciles y oscuros de cuando entonces... Como nunca, no, jamás he sido capaz de entender la desmemoria... 

Ese perezoso olvido...